viernes, 20 de noviembre de 2009

Pateras hacia Alcorcón



Estos días, los primeros de esta Plataforma vecinal, pensaba en que yo soy un alcorconero adoptivo. Un inmigrante de Madrid que se lanzó en su patera –un Seat Ibiza de segunda mano- por el proceloso asfalto de la Nacional V en busca de un espacio menos hostil donde ver crecer a sus hijos. Y llegué al Barrio de Las Flores y, aquí, visité un piso piloto y luego un banco y –¡ay!- finalmente firmé a una hipoteca.

Los más viejos del lugar decían de este barrio, que ante mis ojos se mostraba como un buen destino, que había sido en tiempos poco más que una escombrera; que Los Castillos estuvieron en un lamentable estado de abandono durante muchos años, que el agua llegaba de depósitos de agua como el que hay junto al Centro de Salud. Y a mí me costaba creerlo.

Por eso pienso que los vecinos que vivisteis esa época deberiáis estar orgullosos de los cambios que se han producido durante los últimos años, cambios que han hecho de este rincón de Alcorcón un agradable lugar para vivir.

Sin embargo, ahora el barrio se enfrenta a un nuevo periodo de transformaciones que determinarán su futuro y configurarán el paisaje en el que crecerán nuestros hijos.

Proyectos como el CREAA y el Parque de las Presillas suponen un importante reto para el Ayuntamiento -sea cual sea su signo político- pero también para nosotros, porque ninguna de esas iniciativas se puede desarrollar a espaldas de las personas que vivimos aquí.

Y de ahí viene la idea de crear esta plataforma vecinal y esta solicitud de participación. Utilizad el blog para hacer vuestras sugerencias, para informaros de nuestras futuras convocatorias, para quejaros, para haceros oir. Y a ver si, todos juntos, podemos crear una Asociación verdaderamente representativa de todos los que, vengamos de donde vengamos, hemos encontrado aquí nuestro sitio.

Ah, y recordad que este domingo hemos quedado para pegar carteles y promocionar esta iniciativa.


1 comentario:

  1. Eter, cierto que no teníamos de nada y ahora al mirar atrás se siente uno orgulloso. Sin embargo toca mirar para adelante con ilusión y trabajo.
    Por cierto, el agua era de ese depósito. Tengo un colega que dice que si no has bebido del depósito no eres de Valderas.
    Nos vemos en la pegada

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